En el mundo del diseño de interiores, la correcta selección de los colores es crucial para conseguir que cada estancia se adapte al estilo que queremos y las cocinas no podían ser una excepción. Escoger bien la paleta de colores para este espacio no solo influye en su apariencia estética, también tiene mucho peso a la hora de determinar qué atmósfera y sensaciones se crean en este espacio. En Tierra, sabemos que esta puede ser una decisión complicada, sin embargo, queremos ponéroslo más sencillo. Por este motivo, en el artículo de hoy os vamos a dar algunos consejos prácticos sobre cómo elegir el color perfecto para la cocina.
¡Manos a la obra!
¿Por qué es importante escoger bien el color de la cocina?
Como ya hemos mencionado antes, la elección de colores que hagamos para los diferentes espacios de nuestro hogar es algo esencial. La paleta de colores que escojamos afectará a la estética, ambiente y luminosidad del espacio, por lo que deberemos tener en cuenta diferentes factores a la hora de decidirnos por un conjunto de tonos.
Los tonos vibrantes, por ejemplo, estimulan la creatividad y dan sensación de energía y vitalidad, mientras que los colores más suaves promueven la relajación, serenidad y dan aspecto de limpieza. Cada elección tiene sus partes positivas y negativas. Sin embargo, de lo que no hay duda, es que cada tono tiene un impacto único.
Desde nuestra experiencia, hay ciertos conejos o recomendaciones que, sin importar qué tipo de tonalidades te gusten, deberías tener en cuenta antes de tomar la decisión final. ¡Vamos con ellos!
Analiza el espacio a la hora de elegir el color de la cocina
Antes de sumergirte en el proceso de escoger una paleta de colores, debes analizar el espacio con el que cuentas de forma detenida. Esto es primordial ya que, como hemos comentado anteriormente, ciertos tonos pueden afectar de forma significativa en la sensación que desprende el espacio en cuestión. Por ejemplo si tienes una cocina oscura o que no cuenta con demasiada luz natural, utilizar tonos más oscuros puede darle aún más sensación de oscuridad.
Para evitar este tipo de efectos visuales, analizar la cantidad natural de luz que entra en tu cocina durante el día. Además de esto, es recomendable que tengas en cuenta el tamaño de la estancia. Cuanto más pequeño sea el espacio, más limitaciones tendrás en cuanto a tonalidades.
En una cocina pequeña, por ejemplo, lo recomendable es utilizar tonos claros, ya que aportarán más sensación de amplitud. Lo mismo ocurre con las cocinas oscuras que comentábamos anteriormente. En caso de que sean cocinas más grandes o luminosas, podemos atrevernos a jugar más, ya que no contaremos con esa limitación visual.
Eso sí, es muy importante que recordemos una cosa: esto no es una regla estricta. Debemos tener en cuenta que los colores, así como la decoración o los módulos que seleccionemos en una cocina, dependen total y completamente de nuestro gusto y el uso que vayamos a darle. Por ende, estas recomendaciones son únicamente eso: recomendaciones. Escoged los colores que más vayan a gustaros a largo plazo y no tengáis miedo a arriesgaros si es lo que queréis.
Ten en cuenta la psicología del color
La psicología del color es una herramienta valiosa al elegir la paleta de colores para tu cocina. Cada color evoca emociones y puede influir en las sensaciones que irradie una habitación.
El azul, por ejemplo, se asocia comúnmente con la tranquilidad y, por este motivo, se suele utilizar mucho en los baños. El verde, por ejemplo, es un color que se relaciona mucho con la naturaleza y que transmite equilibrio, frescura y calma, de ahí que suela utilizarse mucho en salas de estudio o habitaciones.
En el caso de las cocinas, los tonos que escojamos también dependerán de la sensación que queramos que desprenda este espacio. Si lo que buscamos es transmitir una sensación acogedora, puedes utilizar tonos cálidos como el terracota, beige o verde oliva. Estos colores no solo crean un ambiente relajado, sino que también pueden fomentar la sociabilidad y el disfrute de las comidas.
El azul, por ejemplo, se asocia comúnmente con la tranquilidad y, por este motivo, se suele utilizar mucho en los baños. El verde, por ejemplo, es un color que se relaciona mucho con la naturaleza y que transmite equilibrio, frescura y calma, de ahí que suela utilizarse mucho en salas de estudio o habitaciones.
Plantéate el incorporar varios colores
Elegir el color de la cocina es algo que va más allá de un solo tono. Trata de experimentar con combinaciones que complementen y contrasten de manera armoniosa, creando una sensación de elegancia y equilibrio. Ante esta situación, podemos decantarnos por dos opciones.
La primera de ellas, escoger una gama de colores monocromática que giren en torno a las diferentes tonalidades de un mismo color. Gracias a esto, conseguiremos darle un toque de elegancia y cohesión a todo el espacio.
Por otra parte, si queremos algo más atrevido, podemos optar por combinar tonos que, dentro de la rueda cromática, sean complementarios. Estas combinaciones no solo estimulan visualmente, sino que también aportan un toque de energía, dinamismo y vitalidad a la estancia.
Al explorar estas posibilidades, conseguirás personalizar tu cocina de manera inigualable, consiguiendo un resultado único que se adapte al 100% a tus preferencias y estilo.
Piensa en la durabilidad y el mantenimiento de los tonos escogidos
Además de la estética, otro de los puntos más importantes en las cocinas suele ser la facilidad para mantenerlas en su estado óptimo. Para esto, es crucial seleccionar colores que no solo embellezcan tu cocina, sino que también se adapten a tu ritmo y vida cotidiana.
Prioriza tonalidades que no solo sean visualmente atractivas, sino también duraderas y fáciles de mantener. Los colores oscuros, por ejemplo, tienen la ventaja de disimular manchas y desgaste, siendo una elección idónea para aquellos espacios propensos a un uso más intensivo. Por otro lado, los tonos más claros, aunque pueden dar sensación de amplitud y luminosidad, suelen necesitar más atención en cuanto a limpieza se refiere.
Tener en cuenta esto nos permitirá conseguir una cocina que, además de ser bonita, esté adaptada a nuestras necesidades y a su uso diario.
Si no estás seguro, opta por pequeños toques de color
Sabemos que escoger una cocina completa de un único color puede ser algo arriesgado. Por eso, nuestra recomendación es que, si no lo tienes claro, optes por una cocina de tono neutral y le vayas añadiendo pequeños toques de color.
Personalizar tu cocina de esta forma es más fácil de lo que parecen. Incluye toques de color en los accesorios, utensilios y elementos decorativos. Estos pequeños detalles no solo resaltarán tu estilo único e inigualable, sino que también brindan mucha versatilidad y opciones de jugar a la cocina, lo que te permitirá ir cambiando la paleta de colores de este espacio sin tener que realizar modificaciones drásticas.
Conclusión: Elegir el color de la cocina siempre en base a tus preferencias
Como habéis podido observar, elegir el color para la cocina es un proceso que va más allá de las preferencias estéticas. Este espacio es el lugar ideal para reflejar tu estilo de vida y personalidad, por lo que no debes tener ningún tipo de miedo o de reparo a ser vosotros mismos.
Recuerda que la cocina no es solo un lugar para preparar alimentos, sino también un centro de reunión y convivencia en el que queremos que nuestros seres queridos se sientan a gusto y felices. Por eso, debemos tener en cuenta la psicología de color, el espacio y las diferentes opciones que nos ofrece la colorimetría. Si no estamos seguros, siempre podemos optar por un espacio en tonos blancos o neutrales el que aportemos los toques de color mediante accesorios como utensilios, trapos, etc.
¿A qué estás esperando? Listo para conseguir la cocina de tus sueños?